El 2022 fue un año muy particular para el sector agrario. La sequía fue la «vedette», para mal, debido a que las escasas lluvias y, tanto el frío intenso como el calor extremo, hicieron y continúan haciendo estragos en los cultivos en Junín y la zona.
Alejandro Signorelli, titular de INTA Junin, hizo referencia a lo que está sucediendo: «Va a ser un año que va a quedar en el recuerdo ya que fue inédito».
En cuanto a los daños ocasionados por la sequía, Signorelli dijo: «Principalmente todo el cultivo de invierno, como la avena que no se pudo desarrollar; el cultivo de grano, como trigo y cebada fueron los mas afectados, hubo perdidas del 80% para lo que es el norte de la provincia de Buenos Aires. Y todo lo que fue el atraso del cultivo de el atraso de la siembra del maíz, los que se hicieron fueron muy pocos».
El ingeniero agrónomo agrego: «Esto va a representar una disminución de la oferta de trigo para los próximos meses y seguramente vamos a tener rendimientos moderados de soja y maíz», apuntó.